jueves, 20 de mayo de 2010

LIMITACIONES EDUCATIVAS Y DE SALUD DE LOS NIÑOS PORTADORES DE VIH EN CALI

Santiago de Cali, es una ciudad donde la violencia intrafamiliar, el uso no constante o no uso de preservativos en las parejas; y promiscuidad e índices de infidelidad son bastante altos, son las principales causas sociales del aumento de personas contagiadas por el VIH en la ciudad, sumado, a la poca o casi nula intervención del estado Colombiano en la mejoría de la calidad de vida de estas personas y el escaso impulso que a dado a las campañas de información acerca de esta enfermedad y del uso de preservativos.

El VIH-SIDA es una problemática social que se ha ido expandiendo a gran velocidad alrededor del mundo, alcanzando cifras alarmantes principalmente en las zonas menos desarrolladas y más pobres del planeta, dentro de las que se encuentra Colombia. Dentro de la cual, la ciudad Santiago de Cali, ha venido presentado desde 1981 hasta la actualidad, numerosas muertes y crecimiento del número de adultos, adolescentes, ancianos, niños y recién nacidos infectados por este virus. Siendo estos dos últimos los más afectados, debido a que se encuentran en una situación donde la fuerte discriminación social y la pobreza de la población caleña, dificulta su ingreso a las instituciones educativas y el acceso a la salud.

Estas son pues, las razonas por las cuales cada vez mayor cantidad de familias caleñas adquieren el VIH y por ende, mayor número de niños nacen portando este virus, viéndose obligados a crecer en ambientes deprimentes y de extrema pobreza. Factores que dificultan su ingreso a los colegios y el gozar de una salud, que les permita realizar todas sus actividades.

Los niños caleños portadores de VIH crecen sin la presencia de sus padres, situación que los expone a la pobreza, dificultando la compra de los medicamentos y los sume en estados de depresión y tristeza, debilitando aun más su estado de salud.
“Los niños afectados por el SIDA corren graves peligros […]. Algunos tienen que abandonar la escuela […], al haber perdido a sus padres están a cargo de parientes, que enfrentan dificultades para asegurarles sus necesidades básicas; suma de cosas que da como resultado procesos profundos […] de angustia y la depresión.” (Pág 8; Documento: EXPERIENCIAS EN INNOVACIÓN SOCIAL Ciclo 2006-2007)
Esta cultura de no uso de preservativos de la ciudad de Cali, impulsada en parte por el poco animo dado a las campañas de información de parte del Estado; la poca conciencia que tienen las parejas respecto a los riesgos del no uso del condón, argumentando su no empleo debido a la reducción de placer durante las relaciones sexuales; el machismo seguido de la violencia sexual; y el gran numero de parejas sexuales. Son las causas esenciales de la difusión del VIH principalmente entre los adultos y adolescentes caleños.
Acompañado del gran número de personas contagiadas de VIH debido a las razones anteriores, viene el número de muertes ocasionadas por este virus y por supuesto, el número de niños contagiados por transmisión vertical. Así, aumenta el numero de personas contagiadas, las cuales en su mayoría se encuentran en edad reproductiva, estas personas tiene bebes que heredan el virus, al cabo de unos meses mueren, dejando a los niños a cargo de familiares como abuelas, tíos, etc., que generalmente ya tenían a cargo otro grupo de familiares desempleados, en edad no productiva y en mal estado de salud, dando como resultado, el desgaste de estas personas, pobreza, hambre y necesidad de estos hogares, viéndose forzados a escoger entre los tratamientos y medicinas a los niños portadores de VIH de la familia, o la compra de alimentos y demás elementos de subsistencia para la familia.
De esta manera, los niños portadores de VIH a cargo de familiares, en su mayoría, no tienen acceso a los medicamentos contra su enfermedad, pasan hambre y necesidad en sus hogares, sienten la angustia de quienes están a cargo de ellos, sienten la ausencia de sus padres. Todo esto debilitando su salud y sumiéndolos en profundos estados de depresión y tristeza.


Por otra parte, en la escuela hay discriminación: los padres de familia de los otros niños no permiten el contacto de sus hijos con niños portadores, provocando que estos sientan el rechazo y se debilite su salud.
“…el acceso a la educación sigue siendo uno de los tropiezos por el temor económico de los planteles a que los padres retiren a sus niños al conocer que un menor portador está entre los alumnos.”(Articulo: “Unos 100 niños se reunirán en Cali para contar su historia con el VIH” El Tiempo; Párrafo: 12)
La población caleña continua discriminando fuertemente a las personas portadoras de VIH, principalmente a los niños cero-positivos menores de 5 años de edad, debido muchas veces a que ignoran las formas de transmisión del virus. Este grupo de niños portadores (niños entre 0-5 años) tienden a ser quienes sufren mayor discriminación, ya que, por su corta edad, necesitan de otras personas mayores para realizar casi la mayor parte de las actividades, necesitan un adulto que los bañe, que les de comida, que este pendiente de suministrarles los medicamentos a la hora determinada, entre otros. Y hay un gran porcentaje de personas que tienen miedo de entrar en contacto con estos niños por miedo a contraer la enfermedad, es decir, hay personas que siguen pensando que al bañar, dar de comer y tan solo tocar a un niño portador de VIH van a contraer este virus.
Esto indica que hay sigue existiendo un gran número de personas en Cali, que desconocen las formas de transmisión de VIH, sin embargo, existe un pequeño porcentaje, que siendo consciente de estos métodos de transmisión, continua rechazando a estos niños por temor a que sus familiares se relacionen con estos.
Podría decirse que casi la totalidad de los colegios y escuelas de la ciudad de Cali niegan la entrada a los niños cero-positivos, debido en gran parte a la presión que ejercen los padres de familia de los otros niños sobre las directivas de estas instituciones, amenazando con retirar a sus hijos del colegio, para que no entren en contacto con estos niños portadores. De manera que la única manera de estos niños accedan a la educación es asistiendo a clases brindadas para grupos de niños cero-positivos, en fundaciones sin ánimo de lucro.
Los niños portadores sienten el rechazo del resto de la población, incluido el de los otros niños de su misma edad (infundido por sus padres), estos niños van creciendo sintiéndose excluidos de la sociedad a la que pertenecen, lo cual a su corta edad les genera tristeza y angustia, en parte porque no comprenden la causa de esta discriminación, lo que debilita su estado emocional y estado de salud.

Igualmente, los medicamentos son costosos (y el Estado no los provee) y, la falta de ellos debilita el desempeño escolar de los menores.
“hoy, tratar a un niño puede resultar cuatro veces más caro que tratar a un adulto.” (Documento: “Los Niños y El VIH” de MSF Párrafo 17)
Los tratamientos y medicinas que requieren los niños portadores de VIH son extremadamente costosos, son aproximadamente cuatro veces más caros que los tratamientos para adultos portadores. Debido a que por su corta edad, estos niños necesitan medicinas que sean fáciles de ingerir, que tengan un sabor agradable, que no sean en cápsulas o tabletas para que los niños las puedan consumir sin dificultad, entre otra cantidad de cuidados y precauciones que hacen difícil y poco rentable la fabricación de estos medicamentos, por lo que son difíciles de conseguir.
A demás, para la conservación y el uso adecuado de estos mancamientos, es necesario contar con un ambiente que cumpla con determinadas condiciones de higiene. Las medicinas requeridas por estos niños, precisan ser almacenadas en lugares refrigerados, por lo que los hogares de estos niños precisan se sistemas de refrigeración o neveras; otros tratamientos tienen que ser suministrados por vía intravenosa, por lo que estas familias a demás de contar con suficientes recursos económicos para comprar jeringas, agujas, etc., también deben mantener debidamente aseadas sus casas. Pero en Colombia, incluida Santiago de Cali, no todas las familias con miembros portadores de VIH viven en establecimientos que puedan proporcionarles dichas condiciones.
En Cali, hay gran numero de familias (de las cuales, un numero amplio corresponde a familias portadoras de VIH) cuya situación de pobreza y desempleo, las obliga a vivir sin acceso a la canasta básica familiar, en situación de asinamiento critico, sin acceso a la educación y ni a los servicios públicos, lo que impide en el caso de los hogares portadores, mantener un ambiente limpio, con los implementos necesarios para almacenar los medicamentos, y mucho menos, acceder a los mismos.
Esta condición de pobreza, que ocasiona ambientes inapropiados para el crecimiento de los niños cero-positivos, es igualmente, una de las tantas excusas de los gobiernos alrededor de todo el mundo, para no invertir dinero en tratamientos y medicinas contra el VIH-SIDA y repartirlos de forma gratuita a entre la sociedad, ya que de nada sirven, sin las condiciones adecuadas de almacenamiento.
De esta forma, pocas familias (las que cuentan con recursos económicos suficientes) tienen acceso a los medicamentos para los niños portadores de este virus, mientras la mayoría de ellas no, de modo que la mayoría de estos niños no siguen los tratamientos adecuados, creciendo débiles, sin educación y con una esperanza de vida muy reducida.

A pesar de todo esto, actualmente, gran número de organizaciones no gubernamentales, brindan ayuda a las familias de niños portadores de VIH. Estas organizaciones aportan colaboraciones económicas, donan medicamentos, proporcionan educación, difunden información acerca de la no discriminación, el significado y formas de transmisión del VIH, y métodos de planificación y protección sexual, mediante campañas y otros eventos, entre otros aportes, los cuales han mejorado ampliamente la calidad de vida de estos niños, sin embargo, estos niños continúan teniendo grandes carencias económicas y emocionales, sigue existiendo la discriminación por parte de la población caleña, se siguen ignorando las causas de transmisión de este virus y continua creciendo el número de personas y niños portadores de VIH en la Ciudad.
Organizaciones como UNICEF a nivel mundial y fundaciones como FUNDAMOR en Clombia, entre muchas otras compañias, acogen y dan vivienda a miles de niños y bebes portadores de VIH, a demás de proporcionarles medicinas y educación, dan gran apoyo moral, cariño y guia a estas familias. Estas entidades tienen gran impacto y son muy reconocidas por la población mundial.
A pesar de su gran ayuda a estos hogares y niños, estas fundaciones y entidades también cuentan con una cantidad de recursos limitada para atender y distribuir entre la población portadora, no logrando satisfacer las necesidades de la totalidad de los niños portadores, esto sumado a la gran cantidad de casos de niños portadores que no son registrados en la secretaria de salud y a que no todas las personas acogen las campañas de ayuda y toma de conciencia de estas instituciones.
De igual forma, la pobreza y el desempleo crecen en Cali, al igual que el número de nacimientos de niños cero-positivos. La pobreza dificulta el acceso a la educación de la población, ya que la población infantil prefiera trabajar en empleos donde son explotados para satisfacer sus nececidades básicas y las de su familia, exponiéndolos a crecer rodeados e influenciados de personas con pocos valores éticos, lo que a su ves facilita la propagación de la violencia intrafamiliar, el machismo, el no uso de preservativos, promiscuidad y finalmente, el crecimiento de la población infectada por el VIH-SIDA a través de los años.
De esta manera, la ayuda que proporcionan estas organizaciones es de gran ayuda, pero no es la suficiente para satisfacer a el creciente numero de niños portadores, ni para erradicar este problema.

Como concecuencia de lo anteriormente expuesto, cada vez es más difícil el ingreso de los niños portadores de VIH-SIDA a las instituciones educativas y su acceso a los tratamientos y medicinas contar el virus, factores que agravan aun más su calidad de vida.